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La Medicina tradicional ofrece muchos remedios para las enfermedades y molestias que afectan nuestra vida diaria, pero se dedica casi exclusivamente a la enfermedad, sin atender a la esencia de la salud: El Ki.
La medicina vibracional (energética) reconoce como principio único o esencia vital al Ki (Chi para los chinos, Prana para los hindúes, etc), que es el que nos define como seres vivos. La condición y las características de esta energía vital constituyen la esencia de nuestro estado de buena salud o enfermedad. Por lo tanto, la Medicina energética tiene como objetivo principal el mantenimiento del Ki en una condición óptima, y en esto consiste la esencia de su práctica.
Por lo tanto, recomendamos tratarse continuamente con las terapias que realizamos y no sólo cuando se está enfermo, cuando ya la obstrucción o insuficiencia de Ki ha llegado al punto de dañar los órganos, tejidos, etc.
Como se mencionó anteriormente, se debe mantener un flujo óptimo y armonioso de energía para tener una buena salud; y no sólo física, sino también mental, emocional y espiritual.
Al igual que una delicada maquinaria que debe mantenerse aceitada, con sus engranajes limpios y libres de polvo para su correcto funcionamiento; así mismo el ser humano debe tener una mantención continua de energía, para propender un estado de salud armonioso. Esto se logra con una alimentación sana y equilibrada, con procesos de pensamientos y emociones armoniosas, una activa vida espiritual, ejercicio físico, etc. Pero como la vida moderna actual impide muchas veces este proceso, se debe acudir a las terapias alternativas para buscar y recobrar la salud, paz, equilibrio y armonía perdida.
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